Hoy vengo a contaros una
pequeña anécdota doméstica reciente , que supongo que a más de alguna le sucede en su casa. Yo soy de las que todavía voy al supermercado a hacer la compra y son pocas las ocasiones que la hago por internet o por teléfono, por varios motivos: uno que hay muchas equivocaciones cuando lo recibo, y otro que si veo lo que hay, la compra la realizo mejor. Y por supuesto voy sóla, y ello excluye a mi marido, aunque no le es posible por horario coincidir en ésto conmigo , si alguna vez lo ha hecho por ser fin de semana, me ha ocurrido llegar a casa con el carro lleno de cosas supérfluas que no necesitaba para nada. Pués bien, eso es lo que sucedió ayer. Fué una tarde de sábado movidita de actividades, y no coincidí con mi familia, y al llegar a casa mi marido me llama diciendo que está cerca de mercadona y que si necesito algo. Era de agradecer,por supuesto, pero como yo tenía pensado hacer la gran compra el lunes y conociéndole, le encargué solo una cosa, unas galletas que solo venden allí y que en casa faltaban. Muy bien , me dice, enseguida voy. Genial pensé yo.
En el enseguida no os podéis imaginar las cosas que me dió tiempo a hacer a mí, y cuando llegó lo hizo con un
carro repleto hasta arriba de productos que yo no necesitaba, bollitos, dulces variados, varios tipos de mantequillas, postres envasados.. todo aquello que engorda y procuro no comprar. Y lo mejor es que traía una sonrisa increíble orgulloso de su compra porque además solo le había costado 100 €, argumentándome que en otro super hubiera sido mucho más caro , lo que si debo reconocer. A mí me entró la risa floja, porrque estaba asolutamente convencido de ello, y me dió pena chafarle porque a pesar de todo, el lunes tengo que ir necesariamente a la compra de todo aquello que hace falta para poder cocinar y alimentar a una familia de cinco .Me enorgullezco de su iniciativa por ayudar y me encantó su alegría al llegar con el carrito lleno y pensé en su buena intención , y solo por eso me apetecería que volviera a hacerlo en otra ocasión, pero inevitablemente por dentro me dije ¡qué pena de 100 € gastados en grasa y envasados...! A mi hijo pequeño le encantó y al sacar de las bolsas lo que traía dijo _:
Oye mamá es mejor que papá vaya a la compra
, porque trae cosa más ricas que tú... Me reí mucho porque mi hijo tenía en ese momento y bajo su punto de vista toda la razón. Claro yo procuro comprar equilibrando la balanza calidad precio y los caprichos de bollería y dulces los compro con cuentagotas. En fín, que a pesar de todo
le quiero un montón. ...PARA DISFRUTAR
PILAR
